martes, 8 de agosto de 2017

La Ayahuasca, la droga de los dioses (II)





6. México: piden investigar la muerte de un hombre al participar en un retiro de sanación con ayahuasca.

Fuente: Reforma
Elizabeth Dupeyrón, cuyo hijo, Ramsés Alí Márquez Dupeyrón, murió en febrero de 2015 en Tepoztlán, Morelos (México), asistió recientemente al programa televisivo de Ciro Gómez Leyva para pedir que se reabra la investigación sobre el fallecimiento de su hijo. Según leemos en una noticia de la agencia Reforma, la actriz, de 66 años, acusa de negligencia a los organizadores del evento de sanación, durante el cual murió Ramsés, y entre los que se cuenta a la hija de Luis Donaldo Colosio, Mariana Colosio, y su esposo, Diego Navarro Vásquez.
El abogado de la intérprete, Albertico Guinco Sierra, explicó que la Fiscalía del Estado de Morelos determinó este año un acuerdo de no ejercicio de la acción penal, ya que consideró que no había líneas de investigación y que no se podía recabar más datos de prueba sobre la muerte de Ramsés. Y es que, según Dupeyrón, el cuerpo de su hijo fue cremado antes de que se determinara la causa de muerte. Esto con la autorización de las personas que estaban presentes en el retiro en el cual el joven murió a los 38 años.
La intérprete denunció presunta corrupción debido a que los organizadores del evento pertenecen a cierta élite social. La mexicana, quien participó en la telenovela La Gata, afirmó que los responsables del curso de sanación le prometieron a su hijo, quien era diabético, mejorar su condición a través de la espiritualidad, y le ofrecieron un té de ayahuasca, que le provocó reacciones adversas.
Afirmó también que los presuntos culpables se han presentado en el caso únicamente como testigos y que éstos han confirmado que vieron en malas condiciones de salud a Ramsés y que nadie hizo algo para ayudarlo. Por lo anterior, ella, a través de su abogado solicitó una audiencia para presentar un recurso de queja a fin de que se reabra la investigación, pero el caso no ha avanzado.
7. Cantante Juanes: “el de la ayahuasca es un viaje que quiero hacer”.
Fuente: Efe
Juanes se convierte en un Marco Polo del tiempo y el espacio en su último disco, “Mis planes son amarte”, el cual incluye una película en la que, en busca de las raíces de la vida y el amor, no duda en someterse a la tradición amazónica de beber ayahuasca y acceder así a otro estado de conciencia. “No lo probé en realidad, pero me gustaría hacerlo. Tiene que ser una experiencia muy fuerte y muy introspectiva y es un viaje que quiero hacer”, asegura el músico durante una entrevista con Efe celebrada el pasado 25 de mayo en su fugaz paso por Madrid para promocionar su séptimo disco de estudio, recién publicado.
En esa charla confirma que será uno de los participantes en el gran concierto con el que Alejandro Sanz rememorará el vigésimo aniversario de su publicación el éxito de “Más”, el álbum de mayores ventas en la historia de España. “Alejandro me invitó y me siento muy honrado de poder estar ahí y de acompañarlo”, revela Juanes, que piensa que, de celebrar algún día un concierto así con uno de sus discos, probablemente sería con “Mi sangre” (2004) o con este “Mis planes son amarte” (Universal Music).
El colombiano, que tienen 21 Grammy Latinos, apenas duda al señalar que ha firmado su “obra magna”. Tan satisfecho quedó con el resultado de la grabación, producida por él mismo y sus compatriotas Sky & Mosty, que quiso “romper el molde presentándolo de manera diferente”. “Veo el disco como una unidad, sin una canción que sea la canción. Todas cuentan la historia, aunque hoy por hoy la gente consume la música como quiere. Por eso hicimos una parte visual, por darle un carácter integral a la obra”, cuenta.
El resultado es un álbum-película inspirado en experiencias previas de artistas como David Bowie, Pink Floyd y más recientemente Beyoncé para contar la historia de “un colombiano astronauta que aterriza en Medellín buscando a una diosa indígena”. “La vida extraterrestre, el espacio y los planetas siempre han sido cosas que me han interesado mucho, igual que la parte ancestral de los indígenas, lo terrenal, cosas que, aunque parecen muy distantes, para mí están conectados”, señala Juanes, que asume el papel de Javier, un arqueólogo reencarnado que se pregunta: “¿De dónde venimos y por qué estamos aquí?”.
A su encuentro con una tribu, suena un verso insistente con querencia de moraleja: “Este mundo necesita amor y una actitud diferente”. “Estamos pasando por encima de nuestras raíces, irrespetando el lugar del pasado, pero nuestra esencia es muy importante y creo que por eso el mundo está como está”, explica su autor, que ha impreso la mayoría de las nuevas composiciones de “buena vibra”.
El artista, que participó el 22 de julio en la primera edición del festival de música latina de Londres “Hola London!” junto a Juan Luis Guerra, David Bisbal y Sebastián Yatra, reveló recientemente que su familia quedó marcada hace 24 años cuando su hermana quedó en coma por una complicación en el embarazo. “Fue algo muy fuerte, pero en mi disco ‘P.A.R.C.E.’ (2010) hay una canción llamada ‘El amor lo cura todo’ que habla de esa situación tan compleja”, cuenta el músico, residente desde hace años en EE.UU., sobre una de las principales razones que lo hacen volver a su Medellín natal.
Allí, concretamente en la localidad de Santa Elena, se desarrolla parte de la ficción (también en México) de “Mis planes son amarte”, que incorpora “cameos” de artistas como J Balvin y Jesse & Joy, aunque las colaboraciones musicales se circunscriban a Fonseca y Kali Uchi, una artista colombiana que procede del “indie” y el “hip hop”. “Me encanta el ‘hip hop’. De hecho, me compré un disco de ‘loops’ y con él hice todo mi primer disco, ‘Fíjate bien’ (2000)”, revela Juanes, quien se declara admirador de la música de Kanye West, Eminem o Jay Z. No obstante, por “mucho” que le gusten los “beats y el feeling” de las músicas urbanas, asegura que no se ve de ese lado. “No podría ponerme a hacer reguetón; aunque me gusta, no es mi actitud”, concluye.
8. Los expertos advierten: los efectos de la ayahuasca no son fáciles de controlar.
Fuente: El Español
Su origen data de hace cientos de años, pero lo cierto es que en los últimos tiempos su consumo parece haberse popularizado en España. Al menos, eso es lo que apuntan algunos medios nacionales (véase la noticia que abre este boletín InfoRIES), que en los últimos días han alertado sobre la proliferación del consumo de la ayahuasca -un brebaje alucinógeno utilizado por los chamanes del Amazonas que contiene DMT (la 'molécula de Dios')- en localidades costeras como Tarifa o Ibiza, donde se celebran ceremonias para tomarla, pero también en capitales como Madrid y Barcelona. Informa de ello el medio digital El Español.
En realidad, el asunto no es nada nuevo. De hecho, la isla ya acogió en 2014 la Conferencia Internacional sobre la Ayahuasca, en la que científicos, farmacólogos, psiquiatras y antropólogos debatieron sobre el uso de esta droga. En Google, basta con poner las palabras clave para encontrar algunas páginas que ofrecen "viajes chamánicos" o "retiros de la ayahuasca" en distintas ciudades de nuestro país. Una experiencia vinculada a distintas corrientes espirituales y de meditación que, en algunos casos, puede resultar realmente peligrosa.
¿Qué es realmente la ayahuasca?
La ayahuasca o yagé en realidad es la bebida resultado de la combinación de dos plantas, la propia ayahuasca (Banisteriopsis caapi) y arbustos como la chacruna (Psychotria viridis). Ésta y otras plantas contienen DMT (dimetiltriptamina), una sustancia que provoca importantes alteraciones en la conciencia y potentes alucinaciones en los sujetos que la toman. De hecho, tomar estas hojas por separado no provoca ningún efecto en nuestro organismo, y sólo a través de la mezcla de ambas plantas se consiguen
El DMT también está presente en la piel de algunos sapos como el bufo alvarius, cuyas glándulas segregan esta sustancia que también se puede fumar y que, unido a las alucinaciones, genera en aquellos que la inhalan un gran estado de ansiedad y euforia.
¿Qué peligros entraña el consumo de DMT?
Los efectos que provoca la dimetiltriptamina son únicos y no se pueden equiparar a los de ningún otro psicotrópico. Sin embargo su intensidad depende en gran medida de la manera en que se consume. Por ejemplo, si el DMT se inhala o inyecta, los efectos son inmediatos y mucho más potentes que cuando se bebe a través de la ayahuasca, cuyas sensaciones no se notan hasta pasada media hora pero se prolongan mucho más en el tiempo. Los expertos advierten de que sus efectos no son fáciles de controlar en el primer caso debido a su enorme intensidad.
Así, el DMT puede provocar náuseas, vómitos y temblores entre aquellos que lo consumen. Sin embargo, estos son problemas menores. Porque el DMT puede llegar a producir descompensaciones psicóticas y a desencadenar importantes cuadros de esquizofrenia, así como disfunciones en el córtex cerebral. Las personas que toman ayahuasca no sólo sufren alucinaciones, sino que aseguran descubrir "nuevas dimensiones", llegando a experimentar extrañas "revelaciones espirituales y extraterrestres" en las que se entremezclan todo tipo de visiones surrealistas y alteradas de la realidad.
El efecto de la ayahuasca es mucho más intenso que el de otras drogas psicodélicas. Sin embargo, los sujetos tienen un mayor estado de conciencia de lo que está ocurriendo que tras el consumo de ácido y otros alucinógenos. Esta sustancia induce a un estado mental psicodélico que altera por completo la percepción.
¿Beneficios terapéuticos?
Numerosos estudios, como los que ha llevado a cabo Jordi Riba, responsable del grupo de Neuropsicofarmacología del Instituto de Investigación del Hospital Sant Pau de Barcelona, han concluido que la ayahuasca puede ayudar para el tratamiento de la depresión, en concreto para aquellos pacientes que no responden a tratamientos convencionales.
Pero no sólo eso, algunos trabajos científicos también apuntan que esta sustancia puede ser una gran herramienta a la hora de tratar a sujetos adictos al alcohol, a la heroína o la cocaína debido a que es una sustancia que no crea dependencia, tal y como el propio investigador reconocía hace un año en declaraciones a Vice.
La estrella norteamericana del pop Miley Cyrus es una de los personajes famosos que han experimentado en su propio cuerpo los efectos de la ayahuasca. De hecho, el disco que grabó con Flaming Lips, Miley Cyrus & Her Dead Petz fue engendrado tras un viaje de ayahuasca, tal y como ella misma reconoció en una entrevista a The New York Times. "Creo que la ayahuasca es curativa. Sólo la he probado una vez, pero quiero repetir. Me encantó lo que hizo por mí. Todos pensamos que somos buenas personas, pero yo quería saberlo de corazón, en lo más profundo de mi alma. Necesitaba averiguar si soy realmente el tipo de persona que creo ser. Cuando estaba en pleno viaje, en lo único en lo que podía concentrarme era en los animales. Vomité diferentes especies: una delfín, una foca, una jirafa… muy loco".
9. La asociación Ayahuasca Internacional organiza encuentros en Ibiza.
Fuente: Diario de Ibiza
Una asociación llamada ‘Ayahuasca Internacional’, a cuyo frente se encuentra Alberto José Varela, ha anunciado en su página web y en Facebook un encuentro que tenía planeado celebrar en Ibiza del 3 al 6 de agosto. Según leemos en el Diario de Ibiza, el evento se publicita como un "retiro de evolución interior" en el que los asistentes pueden consumir ayahuasca y ‘escamas de sapo’. Esta última droga también se conoce como DMT y es uno de los alucinógenos más potentes del mundo. La ayahuasca, por su parte, es una bebida que se obtiene mediante la mezcla de dos plantas originarias de las selvas de Sudamérica: una liana y un arbusto de la familia del café, que tomadas por separado no son alucinógenas, pero sí juntas.
La web en la que se anuncia el encuentro explica que es "un retiro en donde la base del trabajo principal se realiza con Ayahuasca, ya que es una plataforma sólida y segura para iniciar un viaje interior, preparando el terreno para luego acceder opcionalmente a las sesiones de Bufo Alvarius y/o Kambó -escamas de sapo-. La nota distintiva de nuestra propuesta es el apoyo y acompañamiento que realizamos durante el proceso para que los participantes regresen a su casa con la experiencia asimilada".
Precios nada populares
El lugar de la isla en el que tendrá lugar este "retiro" no se especifica, aunque sí los precios, en función de que sean uno, dos o tres días los que se decida participar. Así, por un día el precio son 195 euros y 380 o 555 euros por dos y tres jornadas, respectivamente.
El precio no incluye la sesión de consumo de "escamas de sapo". Una cuesta 125 euros, dos 220 y tres, 300 euros. Lo que sí incluye es el consumo de ayahuasca todas las noches, además de "preparación e integración psicoterapéutica, todas las comidas y bebidas, así como el espacio para dormir; y otro encuentro posterior una o dos semanas después para evaluar los avances en el proceso de evolución de cada participante".
Los organizadores explican además que "el Bufo Alvarius o Kambó se fuma o se aplica el segundo, tercer y cuarto día de retiro. En caso de que se quiera fumar dos o tres veces, se puede hacer en días diferentes o en dos momentos del día distanciados de por lo menos dos horas. Para estos casos se utilizan diferentes dosis". Este no es el único retiro que tienen previsto celebrar en la isla; hay otro programado del 14 al 17 de septiembre.
10. Documentales y películas abordan el tema del consumo de ayahuasca.
Fuente: El Comercio
El diario peruano El Comercio ha publicado un reportaje titulado “Río Verde, el tiempo de los yakurunas y otras películas sobre la ayahuasca”. En él Óscar Bermeo Ocaña cuenta que el próximo el jueves 10 y viernes 11 de agosto, con ocasión del Festival de Cine de Lima, se estrenará el documental dirigido por los hermanos Álvaro y Diego Sarmiento.
La inmensidad de la selva amazónica desafía el ojo del realizador audiovisual. Si bien constituye un vasto terreno de estímulos creativos, existe la tentación de caer en postales repetidas y miradas exotistas. En los últimos años, sin embargo, pareciera que esos transitados caminos van quedando de lado. La aparición de propuestas fílmicas en las que la Amazonía ya no solo es vista como una atractiva locación, sino que también es percibida como un mundo cargado de vitalidad, sugiere otras formas de aproximación.
En ese universo simbólico, la ayahuasca se revela como uno de los rasgos que mejor explican la conexión espiritual entre los seres que lo habitan, aunque el misticismo que rodea a la planta sagrada y sus efectos alucinógenos han sido también apropiados por el mercado: en tiempos en los que el turismo ofrece experiencias más que productos consumados, la ayahuasca y la sensibilidad amazónica corren el riesgo de ser empaquetadas —previa banalización— y entregadas al comercio. En este amenazante contexto, resulta interesante revisar las recientes aproximaciones cinéfilas hacia las prácticas ancestrales que perviven en nuestra selva.
“Nos interesa registrar las plantas y la naturaleza como personajes principales y con vida, más que objetos de fondo o decorativos”, refiere Álvaro Sarmiento, quien dirigió con su hermano Diego la cuenta peruana Río Verde, el tiempo de los yakurunas. El filme tendrá su estreno local el 8 de agosto en el Festival de Cine de Lima. Cinco años atrás, los hermanos Sarmiento llegaron a San Martín para dictar talleres de video en diversas comunidades. Interesados en las formas de convivencia local, fueron relacionándose con los modos cotidianos y establecieron vínculos horizontales con los habitantes del lugar. Meses después, cuando decidieron presionar “Rec”, las cosas fluyeron espontáneamente.
Un espacio y tiempo míticos
A través de ícaros de ayahuasca (cantos chamánicos), la cámara de Río Verde nos va sumergiendo en las profundidades del Amazonas. Ahí en la verde espesura, los movimientos de los personajes parecen dictados por las cósmicas visiones de la medicina espirituosa. “Los ícaros sirven para introducir al espectador dentro de un espacio-tiempo mítico diferente, para que ingrese en un estado de conciencia alterada, característico de los rituales chamánicos”, anota Álvaro Sarmiento.
A través de una narración más bien observacional, asistimos a la intimidad de acciones que parecen traídas de otros tiempos. Vemos personas dedicadas a labores erradicadas de la concepción moderna. En la cinta los personajes cazan, pescan y recolectan. Pero no como acciones de subsistencia, más bien parecieran ritos de comunión con la naturaleza. “Es una película sensorial, que permite transportarte al universo amazónico”, describe Diego.
Las secuencias se suceden en sus propios ritmos. Distante del frenetismo citadino, la selva impone sus reglas temporales. Los silencios y el sonido ambiental componen una atmósfera que nos libera del ruido cotidiano. El fluir del río, un ser casi omnipresente en la trama, contribuye a la metáfora. “Los yakurunas son los seres que habitan en las aguas.
En algún momento planteamos que las personas de la película sean posibles ‘yakurunas’”, dice el codirector. La cinta tuvo un importante recorrido antes de su llegada al circuito local. En la última edición del Festival Internacional de Cine de Berlín formó parte de la sección Fórum, dedicada al cine de vanguardia, y también estuvo en el reconocido Festival de Guadalajara. En el de Lima, que inicia este 4 de agosto, participará en la Competencia Oficial Documental. Para los directores, no hay una etiqueta específica para su trabajo.
“No considero que el documental pueda registrar una cultura, al otro, ya que siempre existe un punto de vista subjetivo del autor”, anota Álvaro Sarmiento. “Más que el registro de una cultura, buscamos expresar el transcurso del tiempo en la Amazonía a través de la poesía de la imagen”, dice su hermano Diego, como zanjando la discusión de formatos.
Si bien los cantos de ayahuasca guían el universo explorado, hay cierto trato respetuoso al lado psicodélico de la experiencia. Quizá responda a la postura que asumen ambos ante lo sagrado. “La ayahuasca es una planta que te permite explorar tu espiritualidad y acceder a un universo mítico. Es una planta maestra que no debe tomarse a la ligera”, sostienen.
Choques de mundos
Para la realizadora argentina Georgina Barreiro, Ícaros (2014), el documental que filmó a orillas del río Ucayali, fue una oportunidad de sacar las temáticas indígenas del terreno de la victimización y “mostrarlos desde un lugar fuerte, de la admiración, ya que gracias a sus tradiciones se volvieron comunidades cohesionadas”.
Al inicio no tenía la ayahuasca como eje temático. Llegó a la selva peruana interesada en los trabajos pictóricos de los artistas locales y no tardó en darse cuenta de que el universo espiritual saltaba a la vista en las pinturas. “Encontré que pintaban mucho los personajes y las escenas sacadas de las visiones”, recuerda. Ahí sintió el llamado de la planta. Junto con su equipo se internaron en comunidades vecinas a Pucallpa. “Fueron cerca de veinte horas en barco”, detalla.
En Ícaros se plantean las tensiones del sincretismo cultural a partir de Mokan Rono, un joven shipibo que se mueve entre dos mundos: el tradicional de sus ancestros y la modernidad ofrecida por la urbe. “Era un joven con conflictos internos. Yo quería representar a esa generación de nuevos chamanes que tienen más contacto con la ciudad”, refiere Barreiro.
La cámara acompaña al joven en su iniciación en el conocimiento de la ayahuasca. Guiado por un sabio chamán y su madre, una maestra curandera, va acatando las tareas asignadas. Una dieta de tres meses, un retiro y abstinencia sexual en el periodo previo a la purga son algunos de los hábitos que lo prepararán para la toma. Si bien la transición espiritual es un proceso individual, el documental rescata también el carácter colectivo que engloba la práctica ancestral. “Aunque no todos consumen, la comunidad se involucra en la recolección de las plantas, la preparación, inclusos los niños están ahí. Es parte de la cotidianidad; quise sacarle ese tinte inalcanzable que vende el mercado”, asegura la directora.
Gianfranco Quattrini fue un poco más explícito con el choque intercultural. En la cinta de ficción Planta madre (2014), el director peruano afincado en Argentina cruzó realidades aparentemente opuestas: Buenos Aires e Iquitos, el rock y la cumbia, lo contemporáneo y lo ancestral. ¿Cómo abordar ese cruce sin una mirada de exotismo?
“Basta llegar a Iquitos para percibir que el sincretismo cultural y los contrastes extremos están integrados con naturalidad a la vida cotidiana. En sintonía con lo que me inspiró mi experiencia en Iquitos, quise unir lo terrenal con lo espiritual, en lo que es, a mi modo de ver, una propuesta realista, aún con su sicodelia”, dice Quattrini.
Buscando las raíces de su abuela, encontró en Iquitos una ciudad que lo interpelaba. Había alguna pulsión que movilizaba sus fueros internos. Esa energía se traslada en la ficción a Diamond Santoro, una leyenda del rock argentino que llega a la selva peruana dispuesto a hacer frente a sus propios demonios. El poder sanador de las plantas parece ser la única salida para su atormentado pasado. “Quería que se entienda la ayahuasca como medicina curativa, no como una droga”, dice Quattrini. Diamond emprende la búsqueda de un chamán, un intermediario que lo conecte con su interior. “Para el registro de la ceremonia de ayahuasca mi referencia era la realidad. Había decidido que no intentaría representar el aspecto visionario de la experiencia, nada de surrealismo visual. Por respeto a la ayahuasca, elegí trabajar esa secuencia desde una mirada antropológica”, anota el director.
En la mayoría de los casos se reproduce ese gesto: la postura observacional (casi quieta) de la cámara, como reduciendo la intervención, ante la ceremonia chamánica. El respeto a lo sagrado aparece ya no solo en un sentido estético, sino también ético. Para retratar lo inexplicable, lo que está más allá de la razón, quizás baste con potenciar lo no visto. Tal vez la clave esté en creer para ver.
En 1982, Nora de Izcue, considerada la primera cineasta nacional, estrenó el largometraje de ficción El viento del ayahuasca [sic]. La película desarrolla una particular historia de amor surgida en la selva. Un sociólogo limeño conoce a Nexy, una joven loretana que lo sumerge en el contexto mágico-religioso de la ayahuasca.
El año pasado en Río Branco (Brasil) se realizó la primera edición del Ayafilm, festival dedicado a producciones que abordan la experiencia de la ayahuasca. Participaron trabajos como El abrazo de la serpiente (Colombia), Ícaros (Argentina), Planta madre (Perú/Argentina), Marina Abramovic in Brazil: The Space in Between (Brasil), entre otras.

 La RIES es una red de expertos y estudiosos católicos sobre el fenómeno sectario y la nueva religiosidad, presentes en España y Latinoamérica, y abarcando las zonas lusoparlantes. Pretende ofrecer, también con este boletín informativo, un servicio a la Iglesia y a toda la sociedad. La RIES no se responsabiliza de las noticias procedentes de otras fuentes, que se citan en el momento debido. La RIES autoriza la reproducción de este material, citando su procedencia.




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