"Se debería también empezar a formar católicos conscientes que entiendan que existe una idolatría que odia su fe, en lugar de formar católicos zombis que, o bien se resignan al desistimiento, o bien invocan bobaliconamente la libertad religiosa, que es como invocar la soga en casa del ahorcado". Juan M. de Prada.
martes, 24 de diciembre de 2013
Jesús es el centro de la Navidad.
“Ya estamos muy cerca de la gran fiesta cristiana de la Navidad que es uno de los polos del Año Litúrgico (el otro, como sabemos, es la Pascua). Y me parece oportuno que reflexionemos hoy, con ustedes, acerca de qué celebramos en la Navidad”.
“Ustedes pueden decir: “vaya ya lo sabemos de sobra”. Pero sin embargo me parece que en la cultura de hoy no está tan claro qué celebramos y a quién celebramos. Seguramente nosotros lo sabemos porque la fe nos lo ilustra claramente: celebramos el nacimiento histórico de Jesús. Esto es el hecho de que el Hijo Eterno de Dios se hizo hombre para que nosotros lleguemos a ser hijos de Dios”.
“Allí cifra toda la verdad, toda la realidad del cristianismo. Somos hijos de Dios porque el Hijo de Dios ha querido ser uno de nosotros y nos acompaña en el camino y, a través de su Muerte y su Resurrección, nos encamina a la gloria”.
“Decía recién que esto no está claro para muchísima gente que al parecer celebra la Navidad. Pero entonces: ¿qué celebran? ¿A quién celebran? ¿A quién esperan? ¿A quién reciben? Yo he visto que los signos de la Navidad, los que aparecen, por ejemplo, en los avisos publicitarios, en las tarjetas que se mandan con saludos, no siempre presentan la escena fundamental, la figura por excelencia que es el Pesebre. No representan al Niño Jesús”.
“Hay, en todo caso, un arbolito y, a veces, no saben que el arbolito es un símbolo cristiano que significa el Árbol de la Vida, la vida nueva que nace y viene con Cristo. También se coloca una ramita verde, creo que de muérdago, con un moño colorado y una campanitas, y sobre todo el gran protagonista es Papá Noel”.
“No sé si ustedes han visto o escuchado, en estos días, el aviso de una tradicional bebida cola, donde Papá Noel aparece tan suelto de cuerpo y dice: “crean en mí”. Reclama que creamos en él. ¿Qué significa eso? Nosotros creemos en Cristo”.
“Además, quienes han hecho ese aviso, no saben qué hay detrás de la figura de Papá Noel. En realidad detrás de Papa Noel está San Nicolás que fue un obispo del Siglo IV, célebre por su bondad y su permanente caridad con los más pobres y necesitados, que recibió un culto enorme en la antigüedad y al que se le atribuían muchos milagros. Se crearon leyendas sobre su vida”
“En el año 1087, sus reliquias, los restos de San Nicolás fueron llevados a la Ciudad de Bari. Por eso se lo llama, muchas veces, San Nicolás de Bari”.
“A comienzos de la edad moderna los holandeses lo llamaban “Sinterklass” y los colonos holandeses que poblaron la costa este de los Estados Unidos llevaron la devoción a San Nicolás, a Sinterklass. En el ámbito angloparlante se lo llamó “Father Christmas” que quiere decir Padre Navidad y de ahí Papá Noel”.
“Resulta que ahora Papá Noel viene a ser el gran protagonista de estos días pero detrás está San Nicolás y nadie se acuerda de él. ¿Y quién se acuerda de Jesús? Ahí está la cuestión que un aviso publicitario se atreva a presentar a Papá Noel reclamando que creamos en él”.
“Nosotros creemos en Jesús y creemos en el nacimiento histórico de Jesús. Y creemos que Jesús, en cada Navidad, vuelve a nacer y actualiza su nacimiento en el corazón de quienes le dan su fe y participan de la fiesta”.
“Esta es una fiesta familiar pero no hay que excluir la fiesta litúrgica. La fiesta familiar, la reunión familiar, es como la continuidad espontánea de la celebración litúrgica, de la Misa de Nochebuena (que cada vez más seguido es Tardebuena porque se adelanta un poco el horario del día santo de Navidad)”.
“Yo quería dejarles este pensamiento porque ustedes lo pueden difundir en las conversaciones habituales, en el barrio, en las mismas familias, que se recuerde que en la Navidad celebramos a Jesús y que esta es la gran oportunidad para abrirle nuevamente nuestros corazones a Jesús”.
“Con estos pensamientos les deseo a todos una muy feliz Navidad y que Jesús viva siempre en sus corazones”
Mons. Héctor Aguer, Arzobispo de La Plata.
Reflexión en el programa "Claves para un Mundo Mejor" (21 de diciembre de 2013)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario