"Se debería también empezar a formar católicos conscientes que entiendan que existe una idolatría que odia su fe, en lugar de formar católicos zombis que, o bien se resignan al desistimiento, o bien invocan bobaliconamente la libertad religiosa, que es como invocar la soga en casa del ahorcado". Juan M. de Prada.
viernes, 22 de agosto de 2014
El Papa Francisco combatirá especialmente la esclavitud en 2015.
“Ya nunca más esclavos, sino hermanos”, tema del mensaje para la próxima Jornada Mundial de la Paz.
El Papa Francisco anuncia el tema del mensaje para la 48a Jornada Mundial de la Paz que se celebrará el 1 de enero de 2015: “Ya nunca más esclavos, sino hermanos”.
“Con frecuencia se piensa que la esclavitud sea un hecho que pertenece al pasado –destaca hoy Radio Vaticano en una reflexión sobre el tema-. Sin embargo, esta plaga social se encuentra fuertemente presente también en el mundo de hoy.
El Mensaje para el 1º de enero de 2014 estaba dedicado a la fraternidad: “La Fraternidad, fundamento y camino para la paz”. El ser todos hijos de Dios hace, en efecto, a los seres humanos, hermanos y hermanas con igual dignidad.
“La esclavitud hiere mortalmente dicha fraternidad universal y, por tanto, la paz –recuerda Radio Vaticano-. La paz, en efecto, tiene lugar cuando el ser humano reconoce, en el otro, un hermano que posee la misma dignidad”.
En el mundo contemporáneo, son múltiples los abominables rostros de la esclavitud: el tráfico de seres humanos, la trata de los migrantes y de la prostitución, el trabajo esclavo, la explotación del hombre por el hombre, así como la mentalidad esclavista respecto de las mujeres y los niños.
Y sobre esta herida especulan vergonzosamente individuos y grupos aprovechando la situación causada por tantos conflictos en curso en el mundo, así como por el contexto de la crisis económica y de la corrupción.
¡La esclavitud es una terrible laceración abierta en el cuerpo de la sociedad contemporánea, es una gravísima herida en la carne de Cristo!
Para combatirla eficazmente, es necesario ante todo reconocer la inviolable dignidad de toda persona humana, además de mantener inamovible la referencia a la fraternidad, que requiere la superación de la desigualdad, en base a la cual un ser humano puede hacer esclavo a otro, y el consiguiente compromiso de proximidad y gratuidad a favor de un camino de liberación e inclusión para todos.
El objetivo es la construcción de una civilización fundada sobre la igual dignidad de todos los seres humanos, sin discriminación alguna.
Para ello, es necesario también el compromiso de parte de los ámbitos de la información, de la educación, y de la cultura en favor de una sociedad renovada y configurada para la libertad, para la justicia y, por tanto, para la paz.
La Jornada mundial de la Paz ha sido deseada por Pablo VI y es celebrada cada año el primero de enero. El Mensaje del Santo Padre es enviado a las Cancillerías de todo el mundo e indica además la línea diplomática de la Santa Sede para el año que comienza.
sources: Radio Vaticano.
Aleteia
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