jueves, 15 de enero de 2015

Buena noticia de Año Nuevo: el ocaso de la izquierda mundial.



por Alejandro Ezcurra Naón

El 2014 será recordado como el año en que la izquierda internacional se reveló al mundo como un “ídolo con pies de barro”: auge de control de los centros internacionales de poder, mientras que su base se descompone y diluye inexorablemente.
La estatua de Nabucodonosor, simbolismo adecuado para nuestros días.
El gigantesco ídolo bíblico que aterró en sueños al rey Nabucodonosor (Daniel II, 29-42) tenía “cabeza de oro fino; su pecho y sus brazos, de plata; su vientre y sus muslos, de bronce; sus piernas, de hierro; sus pies, en parte de hierro y en parte de barro cocido”.
El oro de la cabeza y la plata del pecho podrían hoy simbolizar el poderío financiero y económico universal de las fuerzas opuestas al orden cristiano; el bronce y el hierro, su dominio político y su poder militar; pero los pies de barro, símbolo de fragilidad, expresan adecuadamente la pérdida de respaldo que esas fuerzas sufren en su base, la opinión pública.
Esta gangrena se da no sólo en el campo político, sino también en el de las costumbres, donde la obstinación revolucionaria en legitimar aberraciones como el crimen de aborto o las uniones homosexuales genera creciente descontento y rechazo.
Francia: la izquierda en vías de “desaparecer”
François Hollande, presidente socialista francés.
Buen indicio de esto es la situación de las izquierdas a nivel mundial. En Francia, las últimas elecciones municipales prácticamente barrieron al Partido Socialista (PSF) del tablero político, y el presidente François Hollande alcanzó una tasa de impopularidad histórica.


La crisis es tan seria que el Secretario general del PSF y actual primer ministro, Manuel Valls, advirtió en el congreso de su partido que “la izquierda puede desaparecer” en el país.

Este fatal declive es atribuido en buena medida al rechazo de la población francesa al “Matrimonio para todos”, lema con el cual Hollande quiso imponer las seudo-bodas homosexuales y todo el paquete de la llamada Ideología de género. De ese rechazo germinó en 2012 el movimiento de raíz católica La Manif pour Tous - LMPT (“La Manifestación para Todos"), cuya vitalidad y persistencia están desconcertando a todos los analistas políticos.
Uno de estos, el socialista Gaël Brustier, en su reciente best-seller El mayo de 68 conservador , muestra que el éxito de los “cathos” (católicos) de LMPT en la “batalla cultural” se debe a que ese movimiento propone no sólo la defensa de familia, sino una visión abarcativa del mundo, “a la vez antimoderna y postmoderna”, de fondo religioso.
Portada del best-seller de Gaël Brustier "El Mayo de 68 conservador / ¿Qué quedará de la Manif pour Tous?"
Lo que más atrae de tal visión, explica Brustier, es que responde a todas las cuestiones de fondo que se plantea una sociedad francesa en estado de “ansiedad social”. Los adherentes de LMPT se sienten partícipes en una “empresa de recuperación” de la identidad francesa, esencialmente católica, conservadora y de largo aliento.
Escenarios igualmente desfavorables para la izquierda se presentan, con matices propios, en la mayoría de las naciones europeas, desde España o Inglaterra hasta Finlandia, Hungría, Estonia...
Obama: derrotas en serie, propensiones totalitarias
Cruzando el Atlántico, la credibilidad del presidente de los Estados Unidos, Barak Obama, está hoy por los suelos. Del aura de “Mesías” con que se le adornó al ser elegido en noviembre de 2008, sólo resta un generalizado desencanto.
Ya a comienzos de 2014 Obama tenía un 62% de rechazo, debido a sus iniciativas izquierdistas tanto en el campo interno como exterior. Pero en las elecciones de noviembre pasado, fue la debacle: su partido perdió la mayoría en el Senado, aumentó su desventaja en la Cámara de Representantes ya controlada por los republicanos, y perdió la mayoría de los gobernadores. Fue la mayor derrota de un presidente en casi 100 años, desde la posguerra de 1918.
El diario “Le Figaro” interpretó con razón este resultado como un verdadero plebiscito, que el socialista “El País” calificó de “destrozo” y “noche fatídica” para Obama y los demócratas.
El mandatario reveló entonces cuán sinceras son sus convicciones democráticas: carente de mayoría en el Congreso, anunció que pasará a gobernar por decreto. Y ya lo hizo en dos temas sensibles, la inmigración y las relaciones con Cuba (en este último caso, contando con la sorprendente ayuda del Vaticano). Con ese sesgo totalitario se distancia más aún del norteamericano medio, y su eclipse político está sellado.
Con Venezuela en ruinas, se agota el “socialismo bolivariano”
En América Latina la situación de los secuaces de Marx no es menos dura. El “socialismo bolivariano” de Chávez y Maduro ha llevado a Venezuela a una situación que bordea el colapso social y económico, agravada por la caída del precio del petróleo. La sufrida población venezolana padece carencia de alimentos y bienes de consumo, una infraestructura obsoleta y servicios básicos ineficientes; la inflación oficialmente reconocida para 2014 se disparó al 64%; la economía está en recesión, con fuerte contracción del PBI durante tres trimestres consecutivos (-4,8, -4,9 y -2,3% respectivamente). Hasta la producción de crudo está cayendo por falta de renovación de equipos.
En lo social, la empobrecida Venezuela parece un país en guerra civil. En 2014 hubo 25 mil asesinatos en el país, cifra récord que significa una tasa 82 homicidios por cada 100 mil habitantes —la 2a más alta del mundo—, a pesar de los alardeados planes para contener la criminalidad, anunciados el año anterior por el presidente Nicolás Maduro.
Teniendo solamente fracasos y ruinas para exhibir al mundo, la posición política del chavismo pierde piso; y con ella se evapora su pretensión de propagar su dantesco “socialismo del siglo XXI” por América Latina.
Por ejemplo la “Alianza Bolivariana para los pueblos de América” - ALBA, creada por el dúo Hugo Chávez-Fidel Castro hace exactamente 10 años con bombos, platillos y petrodólares a discreción —muchos de los cuales cayeron en oportunistas bolsillos de peruanos bien conocidos— agoniza ahora sin pena ni gloria, a la par de sus creadores: uno de estos, Chávez, ya fue inesperadamente llamado al tremendo juicio de Dios: el otro, Fidel, está a un paso de hacerlo...
En Argentina, el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, aliado de Venezuela, también enfrenta una situación de crisis debida a su mal disimulado extremismo izquierdista: una economía ahogada por infinidad de controles –de precios, cambiales, laborales, etc.– y exorbitantes impuestos; inflación descontrolada (40%, la mayor después de Venezuela), la producción industrial cayendo mes a mes, y la corrupción campeando en las esferas de gobierno. La pobreza crece sin parar, mientras el gobierno maniobra desesperadamente para apoderarse de la justicia y evitar así la catarata de procesos por enriquecimiento ilícito que lo tienen acorralado.


Perú: una izquierda sin referentes, sin llama y sin rumbo
¿Y nuestra izquierda criolla? El caso de la ex alcaldesa de Lima Susana Villarán refleja bien su situación actual. Ocultando su extremismo ideológico, ella logró ser elegida hace 4 años, por muy estrecho margen. Pero sobrestimó sus posibilidades, imaginando que podría aplicar sin más su radicalismo revolucionario. Ni bien asumió el cargo aumentó considerablemente el personal municipal, dando guarida a cientos de elementos LGBT y pro aborto, y buscó imponer a como dé lugar las reivindicaciones de éstos, tales como la infame “ordenanza Sodoma” (ver "¿Ordenanza Sodoma en Lima?" y “Limeños derrotan proyecto despótico"), que no resistió al incontenible rechazo popular.
En lo administrativo su gestión fue desastrosa, cometiendo errores de una ridiculez tragicómica (las ideologías no sirven para administrar...). Obstinada, postuló a la reelección y sufrió una estrepitosa derrota. Su carrera política –para alivio de los sufridos limeños— está concluida.
Toda la izquierda peruana parece estar en el mismo camino. Los elementos más en foco de esa corriente envejecen sin que aparezca un relevo generacional. Por ejemplo la ex-PUCP, que desde los años 60 fuera el foco irradiador de la Teología de la Liberación y la cantera exclusiva del marxismo caviar (y más tarde, también un vivero de revolución cultural), actualmente enfrenta un problema insoluble, que es el de toda la izquierda universal: la llama revolucionaria se está apagando.
¿Hay salida para la izquierda?
Es que hoy, los vientos de la Historia soplan en sentido opuesto. Uno tras otro, todos los vaticinios “científicos” de Karl Marx sobre la marcha irreversible del mundo hacia el comunismo son desmentidos por la realidad. El infalible “profeta” de la Revolución, como Marx era presentado, va quedando así reducido a su verdadera estatura, la de un charlatán.
¿Y quién podrá remediar esta situación? La izquierda internacional ensaya la única salida posible: valerse de elementos eclesiásticos alineados con la Teología de la Liberación y congéneres, para poder arrastrar a los católicos hacia posiciones revolucionarias.
¿Lo logrará? Por ahora no hay señales de ello. El ejemplo de nuestro vecino gigante, el Brasil, parece sugerir que esta estrategia camina también hacia el fracaso. El ídolo con pies de barro queda expuesto, así, a desplomarse a breve plazo. Es lo que veremos, con datos a la mano, en el próximo artículo.



El ídolo con pies de barro queda expuesto, así, a desplomarse a breve plazo.


Tradición y Acción, por un Perú Mayor (6/1/15)

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