La pasada semana, la excandidata presidencial norteamericana Hillary Clinton disfrutó de una jornada entre amigas con las integrantes de un “aquelarre”, que la recibieron como un miembro más de su grupo.
Se trata del grupo The Wing, cuya sede central está en la ciudad de Nueva York. Según explica el propio grupo en Instagram, “somos un aquelarre, no una fraternidad”, aunque en otras ocasiones se definen, de manera algo redundante, como un “club feminista exclusivo”. Las diversas sedes de The Wing en Estados Unidos, Canadá e Inglaterra se denominan también “aquelarres”.
La página web del grupo vende diversos objetos relacionados con la brujería, como camisetas con estrellas de cinco puntas y la leyenda “miembro del aquelarre Wing” o la insignia del grupo, con símbolos esotéricos y el texto “Hechizos Wing: Encantamientos – Gritos – Cantos”. Las mujeres que forman parte del club acostumbran a publicar en las redes sociales imágenes relacionadas con las brujas, Satanás o el dios hindú Shiva. También parecen ser aficionadas a pronunciar maldiciones supuestamente mágicas contra Trump, la Asociación Nacional del Rifle y otros adversarios políticos. El 13 de abril celebrarán un evento con el lema “Despertad, brujas”, cuya naturaleza no se explica en la página web.
Durante mucho tiempo, ha habido rumores de que Clinton era aficionada a la brujería. Larry Nichols, uno de los nombramientos de Bill Clinton cuando era gobernador de Arkansas, afirmó durante la campaña electoral que Hillary acostumbraba a participar en aquelarres, sin que eso le impidiera acudir normalmente a su iglesia metodista como buena cristiana, pero estas declaraciones fueron desestimadas como exageraciones propias del período electoral (por alguna razón inescrutable, se consideró exagerado lo de los aquelarres, no lo de “buena cristiana").
Las fundadoras de The Wing, Audrey Gelman and Lauren Kassan, decidieron organizar la celebración de la semana pasada en honor de la candidata fallida como claro ejemplo de mujer de éxito. Durante la reunión, Hillary fue nombrada miembro vitalicio honorario de The Wing y, entre vítores, recibió la bienvenida de las participantes como “el miembro más reciente de nuestro aquelarre”.
La excandidata aprovechó la ocasión para discutir con la concurrencia su libro What happened?, dedicado a su experiencia electoral. Sin aparentemente percibir la ironía, Hillary Clinton señala en el libro que su derrota en las elecciones se debió a los rusos, los republicanos, Ronald Reagan, Donald Trump, sus aliados demócratas, Bernie Sanders, el vicepresidente demócrata, el director del FBI, los “deplorables” ciudadanos norteamericanos, los periodistas, el New York Times, los hombres, el machismo, los blancos, las mujeres casadas, las mujeres que no votaron, WikiLeaks, la obligación de identificarse para votar y el sistema electoral estadounidense. También sin ningún atisbo de ironía, Clinton explicó a las mujeres de The Wing que “la mejor venganza” era seguir siendo como eran.
¿Cómo es posible que alguien no votara a una candidata tan simpática y tan querida por todos? Nadie se lo explica. Al menos parece que las brujas sí que la apoyaban.
La página web del grupo vende diversos objetos relacionados con la brujería, como camisetas con estrellas de cinco puntas y la leyenda “miembro del aquelarre Wing” o la insignia del grupo, con símbolos esotéricos y el texto “Hechizos Wing: Encantamientos – Gritos – Cantos”. Las mujeres que forman parte del club acostumbran a publicar en las redes sociales imágenes relacionadas con las brujas, Satanás o el dios hindú Shiva. También parecen ser aficionadas a pronunciar maldiciones supuestamente mágicas contra Trump, la Asociación Nacional del Rifle y otros adversarios políticos. El 13 de abril celebrarán un evento con el lema “Despertad, brujas”, cuya naturaleza no se explica en la página web.
Durante mucho tiempo, ha habido rumores de que Clinton era aficionada a la brujería. Larry Nichols, uno de los nombramientos de Bill Clinton cuando era gobernador de Arkansas, afirmó durante la campaña electoral que Hillary acostumbraba a participar en aquelarres, sin que eso le impidiera acudir normalmente a su iglesia metodista como buena cristiana, pero estas declaraciones fueron desestimadas como exageraciones propias del período electoral (por alguna razón inescrutable, se consideró exagerado lo de los aquelarres, no lo de “buena cristiana").
Las fundadoras de The Wing, Audrey Gelman and Lauren Kassan, decidieron organizar la celebración de la semana pasada en honor de la candidata fallida como claro ejemplo de mujer de éxito. Durante la reunión, Hillary fue nombrada miembro vitalicio honorario de The Wing y, entre vítores, recibió la bienvenida de las participantes como “el miembro más reciente de nuestro aquelarre”.
La excandidata aprovechó la ocasión para discutir con la concurrencia su libro What happened?, dedicado a su experiencia electoral. Sin aparentemente percibir la ironía, Hillary Clinton señala en el libro que su derrota en las elecciones se debió a los rusos, los republicanos, Ronald Reagan, Donald Trump, sus aliados demócratas, Bernie Sanders, el vicepresidente demócrata, el director del FBI, los “deplorables” ciudadanos norteamericanos, los periodistas, el New York Times, los hombres, el machismo, los blancos, las mujeres casadas, las mujeres que no votaron, WikiLeaks, la obligación de identificarse para votar y el sistema electoral estadounidense. También sin ningún atisbo de ironía, Clinton explicó a las mujeres de The Wing que “la mejor venganza” era seguir siendo como eran.
¿Cómo es posible que alguien no votara a una candidata tan simpática y tan querida por todos? Nadie se lo explica. Al menos parece que las brujas sí que la apoyaban.
InfoCatólica. Cavernicola, el 12.04.18 a las 4:53 PM
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