Ciudad del Vaticano, 6 de febrero (Télam).- La cúpula de la Iglesia italiana rechazó hoy las "interferencias" del Comité de los Derechos del Niño de la ONU, que tuvo fuertes críticas al Vaticano por la pedofilia y su postura sobre el aborto y la homosexualidad.
En tal sentido dijo que el documento divulgado ayer "corre el riesgo de volverse contra el propio organismo", que "no tiene competencia" sobre temas éticos.
Las observaciones del Comité "suscitan sorpresa y algunas preocupaciones. No tienen en cuenta el fuerte empeño realizado por la Iglesia en los últimos años para la defensa y protección de los derechos del niño", declaró monseñor Nunzio Galantino, secretario general de la Conferencia Episcopal Italiana.
En una entrevista con el diario La República de Roma, Galantino criticó el pedido de considerar la hipótesis del aborto, que "revela un prejuicio ideológico que se resuelve en indebida interferencia" sobre temas "éticamente sensibles de la enseñanza de la Iglesia".
"La Iglesia Católica no puede aceptar interferencias al respecto. La naturaleza de las intervenciones del papa Francisco fue tergiversada por algunos: no evocar continuamente los llamados `principios no negociables` no significa en absoluto renunciar a ellos ni envilecerlos", observó.
Sobre los abusos, Galantino subrayó que "en el último consejo permanente se presentó el texto de las directivas" para estos casos, en las que "se reitera que el sujeto habilitado para intervenir es el obispo local", pero no como "oficial público" sino en papel de "padre, sea de la víctima sea de quien presumiblemente cometió el delito", indicó un despacho de la agencia ANSA.
Mientras tanto Maria Rita Parsi, miembro del Comité de la ONU, aseguró que el organismo "sin duda no tomó ciertas posiciones a la ligera, sin pruebas", y negó "presiones del lobby gay", en una entrevista con diarios italianos.
"Nosotros nos concentramos sólo en los derechos de los niños, establecidos por una Convención a la que adhirieron 193 países", agregó.
La postura sobre el aborto nace "del concepto de discriminación": "Nuestra recomendación a la Santa Sede" es "respetar los artículos de la Convención, por lo tanto hacer un esfuerzo para evaluar caso por caso. Hay situaciones en que el aborto se hace necesario", y el Comité no quiere "dar a la Iglesia ninguna lección".
Por su parte el padre Hans Zollener, responsable del Centro para la Protección de la Infancia de la Universidad Gregoriana, calificó al informe de "confuso e injusto", ya que "no reconoce el gran empeño de la Iglesia" en el cuidado de los niños.
"No se considera el intento y la voluntad expresada por los papas, desde Benedicto XVI al papa Francisco, de hacer de la lucha contra los abusos realmente una de las cosas principales de la misión también de la Iglesia", observó.
"Además no se entiende bien cómo entraron temas como el aborto o la anticoncepción, temas como la homosexualidad", agregó.
Según Zollner, "la Iglesia está llevando adelante, como ninguna, otra institución mundial, la lucha contra el abuso. Hubo muchos errores, pecados y crímenes de parte de miembros de la Iglesia y también de sacerdotes".
"Pero decir que la Iglesia no hizo realmente nada, me parece no objetivo", "no se entiende", y el documento contiene "acusaciones desproporcionadas".
En el mismo sentido, la vocera de los obispos estadounidenses, la monja Mary Ann Walsh, dijo que "la Iglesia Católica en estos años hizo más que cualquier otra organización internacional para afrontar la plaga de los abusos sexuales contra niños, y seguirá haciéndolo".
En un blog sobre el sitio de la Conferencia Episcopal Estadounidense, reportado por Radio Vaticana, la religiosa recordó que el número de casos registrados por la Iglesia norteamericana disminuyó drásticamente en los últimos años gracias a las severas medidas tomadas por los obispos y la Santa Sede para proteger a los niños.
Walsh confirmó, también, la perplejidad de la Santa Sede por las críticas contenidas en el informe respecto de las posturas de la Iglesia en materia de anticoncepción, aborto y homosexualidad.
El Comité "tiene razón en expresar preocupación por los abusos sexuales y su empeño contra esta plaga es encomiable. Y sin embargo tendría mayor credibilidad si se empeñara en la protección del derecho más básico del niño: a la vida".
"Cuando el Comité se deja involucrar, en cambio, en guerras culturales para promover el aborto, los anticonceptivos y los matrimonios homosexuales -concluyó- envilece su noble causa por los niños en favor de organizaciones que tienen otras agendas".(Télam).-
Diario El Comercial.com.ar (Formosa, Argentina)
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