En el ABC del domingo, 10-6-12, se publicaba una entrevista al portavoz de la Conferencia Episcopal y obispo auxiliar de Madrid, Mons. Martínez Camino, con ocasión de la presentación del libro Los doce obispos mártires del siglo XX en España, prologado por él.
Nosotros ofrecemos una síntesis del Prólogo.
1. Los hechos: persecución sistemática nunca vista.
Hacía mucho tiempo que los obispos no eran mártires en suelo español. Lo fueron, pero fuero de España, en las tierras de Asia, Tonkín, donde como misioneros derramaron su sangre por Cristo. Había, pues, que retroceder a la época romana, de donde proceden los “varones apostólicos”.
Ahora ya son del siglo XX; menos uno, todos fueron martirizados en 1936, entre julio y agosto más uno en diciembre.
“El primero fue el siervo de Dios Eustaquio Martín Nieto, obispo [=ob.]de Sigüenza, asesinado el 27 de julio de 1936; le siguieron el siervo de Dios Salvio Huiz, ob.de Lérida, el 5 de agosto; el 8, […] el beato Cruz Laplana, ob.de Cuenca; […] el 9 de agosto, el ob. de Segorbe, el siervo de Dios, Miguel Serra Sucarrats y […] el ob. de Barbastro, beato Florentino Barroso; el 12, el siervo de Dios, Manuel Basalto Jiménez, ob. de Jaén […y] el ob. auxiliar de Tarragona, el siervo de Dios Manuel Borrás i Ferré; […] 22, el ob. de Ciudad Real, beato Narciso de Esténaga y Echeverría; el 30, los beatos Manuel Medina Olmos, Ob. de Guadix y Diego Ventaja Millán, ob. de Almería; el 4 de diciembre de 1936, el ob. de Barcelona, el siervo de Dios Manuel Irurita Almándoz. El 7 de febrero de 1939, el beato Anselmo Polanco Fontecha, ob. de Teruel”.
“Todos ejercían el ministerio episcopal en […] el territorio que había quedado bajo el control del gobierno de la República, cuando se produjo el alzamiento de 1936. En este territorio fueron perseguidos todos los obispos a partir de esa fecha. Si no fueron asesinados todos, fue, o bien en ese momento estaban fuera de la diócesis(es el caso del cardenal arzobispo de Toledo, del arzobispo de Valencia o de los obispos de Madrid, Orihuela y auxiliar de Valencia), o bien porque hallaron protección eficaz de algunas autoridades (el caso del cardenal arzobispo de Tarragona y de los obispos de Santander, Cartagena, Málaga y Menorca) o de parte de particulares (casos de los obispos de Córdoba, Gerona, Vic, Solsona, Urgel e Ibiza), de modo que pudieron ocultarse o ponerse a salvo”.
2. Las modernas ideologías del ateismo.
Una persecución religiosa así ni fue peculiar de España ni fue la mayor del presente siglo xx.
*“En efecto, fue la revolución rusa de 1917 la que puso en marcha la mayor y más eficaz maquinaria política persecutoria que el cristianismo haya tenido que sufrir en su historia bimilenaria. Si en España fueron 12 los obispos mártires, en Rusia fueron más de 250 ortodoxos ajusticiados o que murieron durante su detención por el régimen soviético. Si en España fueron unos 7.000 los sacerdotes, religiosos y religiosaza asesinados por su condición de tales, en Rusia las cifras son verdaderamente escalofriantes: 200.000 miembros del clero ortodoxo fueron condenados a muerte entre 1917 y 1980. Sólo entre 1937 y 1938 fueron arrestados 165.000 sacerdotes ortodoxos, de los cuales fueron 105 fueron fusilados”.
**Así mismo en el ámbito del dominio nazi.
“El tributo de sangre del clero polaco, tras la invasión de Polonia por Hitler en 1939, fue enorme. En las primeras semanas de la guerra fueron arrestados solo en Varsovia 330 sacerdotes católicos, de los cuales algunos fueron fusilados y otros deportados. Hasta enero de 1941 el número de sacerdotes ascendía a 700, el de deportados a campos de concentración se elevaba unos 3.000. Al final de la guerra la Iglesia había perdido en Polonia el 18% de sus sacerdotes”.
“Sólo en los ámbitos de lengua alemana conocemos bien el nombre, el rostros, la historia y peripecia martirial de cerca de 700 obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos que murieron perseguidos por su fe”.
*** “No cabe duda: fue una gran ola persecutoria la que inundó y arrasó la cristiandad europea en el siglo XX, incluidas su segunda mitad. Y no sólo en Europa, pues hay que contar también con lo sucedido en México y en China en esa misma centuria: el siglo de los mártires”.
“No es posible entender lo acontecido con las Iglesia y sus pastores en la España de los aquellos años 30, de los que ahora conmemoramos el 75 aniversario, si la persecución sufrida no es inscrita en la gran persecución mundial del siglo XX. […] Lo que sucedió en España fue decidido, por así decir, cuando los grandes ideólogos de la revolución atea de uno u otro signo, pero sobre todo de raigambre marxista y anarquista, tomaron el poder decididos a liberar a los pueblos —según ellos pensaban— del “opio de la religión”. Lo hicieron sistemáticamente, durante décadas. Así se explica que todos los obispos, cabezas visibles de la Iglesia, fueran perseguidos en la zona republicana; que sólo se salvaran de la muerte quienes lograron ocultarse o huir; que fueran perseguidos no por considerados ricos o malas personas, sino por representar lo que representaban. De hecho la mayoría de nuestros obispos mártires eran de familias pobres…”
En conclusión,
“Los doce obispos mártires del siglo XX, junto con todos los demás, son “testigos de la gran causa de Dios” como el beato Juan Pablo II llamaba a los mártires del siglo XX. […] murieron perdonando a quienes los mataban […] porque sabían que el perdón les abría el camino hacia el encuentro definitivo con Dios, hacia el cielo”.
Referencia bibliográfica: Mª ENCARNACIÓN GONZÁLEZ RODRÍGUEZ, Los doce obispos mártires del siglo XX en España, Prólogo de Juan Antonio Martínez Camino, Conferencia Episcopal Española (Oficina para las Causas de los Santos, Editorial EDICE, Madrid 2012).
18.06.12 | 11:51. Archivado en Derecho internacional eclesiástico.
Fuente: el blog de Carlos Corral.
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